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Villa Constitución 12/06/2025

Ser cocinero es un privilegio, es sacarle una sonrisa a la gente

"Charly" es uno de los chefs más reconocidos de la ciudad. Llegó a Villa en 2003. Hoy está al frente de Casa Oliva y en cada plato pretende transmitir su buen humor y alegría, rasgos característicos de su personalidad.



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Carlos “Charly” Macías (53), chef reconocido de nuestra ciudad, fue adoptado hace ya algunos años atrás por Villa Constitución. “Yo soy patagónico, a los 5 años mis papás decidieron trasladarnos a Mendoza por un montón de cuestiones, sobre todo proyectando los estudios de mis hermanos y míos”, recordó.
Su relación con la profesión nació desde muy chico, su abuela Lita fue fundamental. “Siempre la tengo presente porque ha sido la base para que hoy sea cocinero. A los 4 años comía caracoles en guiso, ahí fui desarrollando interés en otros alimentos y sin querer, despertó en mí el cocinero”, relató con gran cariño. 
En 2003 llegó a Villa Constitución, abrió su propio negocio y así comenzó. Luego transitó por varios lugares tanto de nuestra ciudad como de localidades vecinas. Desde agosto del año pasado es el chef de Casa Oliva. “Los chicos me dejaron los pinceles y el atelier. He tratado de dibujar de la mejor manera. Me han dado vía libre para que arme y desarme la carta. Me siento sumamente feliz y conforme con los socios-dueños y principalmente con la respuesta de la gente”, expresó. “Uno transmite en un plato cómo se siente, y la comida de Casa Oliva es muy alegre; porque nosotros nos divertimos con lo que hacemos. Si alguien está pasando un mal momento preferimos que no cocine, porque todo se traslada a los platos”, expresó. 
Desde su rol de cocinero dejó un sabio consejo a todos: “Hay que dedicarse el tiempo, sacarse el reloj y el celular. Volver a la cocina de antes, la de las abuelas. Eso es tan sano, y tan bueno que todos deberíamos tomarnos un tiempo para hacerlo”. Hoy conocemos un poco más de Charly Macías. 

¿Cuándo y dónde naciste?
El 19 de marzo de 1973 en Comodoro Rivadavia. A los 5 años nos mudamos a Mendoza. 

¿Cómo estaba compuesta la familia?
Mi papá Carlos. Mi mamá Mari. Mis hermanos Sandra, Alejandro y María Gabriela. Los tres viviendo en Barcelona.

¿Qué recuerdos tenés de tu infancia? 
De Comodoro el viento y mi abuela Lita. De Mendoza tengo los mayores recuerdos porque prácticamente crecí ahí. Era otra infancia, sin celular era salir a jugar y volver para la hora de comer. 

¿Cuándo llegaste a Villa?
En el 2003, puse un restorán. Fue desarrollándome como cocinero, después lo cerré y fui girando por varios lados. Me fui a Funes, volví a Villa. Después al Club Regatas de San Nicolás. La propuesta de Casa Oliva me volvió a traer y creo que ya me quedo afincado acá porque se extraña Villa. 

¿Qué nos podés decir de Casa Oliva?
Estoy feliz con lo que hago, con lo que ofrecemos. Siempre tratamos de mimar al cliente y la respuesta es siempre positiva. 

¿Tenés pasiones?
Cocinar. Es más que un trabajo. Ser cocinero es un privilegio, es sacarle una sonrisa a la gente. Otra pasión es el fútbol. Soy hincha de Godoy Cruz. 

¿Cuáles son tus metas?
Tratar de desarrollarme en mi máximo esplendor en Casa Oliva. Dar todo lo que pueda de mí como profesional, y primero como persona. Lograr que Villa sea un polo gastronómico. 

¿Cómo definirías a Charly Macías?
Un cómico cocinero que trata de ser feliz y de hacer feliz a la gente; y divertirse casi todo el día, menos cuando duermo.