Villa Constitución 12/11/2025

Rocío Luchesi, un ejemplo de superación

Hace 20 años comenzó con la venta de rosquitas para criar a sus hijos. Hoy elabora panificados y pastas caseras. Sueña con abrir su propia rotisería y adquirir un food truck.

Rocío Luchesi es una referente del esfuerzo y el trabajo diario en la ciudad. Hace dos décadas, sola con sus hijos y sin empleo formal, encontró en la panadería artesanal el camino para salir adelante.
“Yo arranqué hace 20 años vendiendo rosquitas nada más. Alquilaba con mis hijos, estaba sola y no había trabajo, por eso empecé a hacer rosquitas y con eso crie a mis hijos. Empecé vendiendo en la playa de camiones de Chapuy (ruta 90). Ese era solo mi recorrido de tarde”, relató Rocío.
Con el paso de los años, su emprendimiento creció y diversificó su oferta y sus horarios. Hoy elabora durante la noche y sale a vender todos los días a primera hora.
“A la madrugada salgo con pan con chicharrón, pan relleno de jamón y queso, rosquitas, tortas fritas, pastafrolas y budines. Ahora que viene el verano, sumo ensaladas de frutas. La venta de harina baja, pero lo suplimos con esa opción que se elabora todos los días”, explicó.
Además de los panificados, su oferta incluye pastas caseras (ravioles, sorrentinos, canelones) y la preparación de comidas y tortas para eventos y cumpleaños. 
Su rutina de ventas es exhaustiva: “Los viernes estoy en la plaza central. Y todos los días, donde me ven frenada, ahí vendo. Puedo estar en los talleres, obras de albañilería, ando por todos lados. He llegado a ir hasta Sargento Cabral porque los chicos que están haciendo la ruta se iban trasladando a los pueblos. Tengo clientes que me esperan los sábados”, prosiguió. Sobre eso aclaró que ese día en particular lo utiliza para vender pastelitos que elabora la noche anterior. 
Consultada sobre el esfuerzo detrás de su crecimiento, Rocío Luchesi destacó la importancia del trabajo constante y la fe. “La gente me ve llegar cantando, hablando, siempre de buen humor. Y yo digo que es porque voy respaldada por Dios. Yo elaboro por fe y vendo todo. No es fácil, tenés que recorrer mucho. Duermo muy pocas horas porque empiezo a elaborar a las cinco de la tarde, me acuesto a las diez de la noche, a las dos me levanto a cocinar y a las cinco salgo a la calle. Pero el que quiere salir adelante, haciendo las cosas bien y trabajando, puede”, aseguró.
Rocío recordó el camino recorrido para mejorar sus herramientas de trabajo: “Yo arranqué caminando. Después mi hermano me regaló una bicicleta, y más adelante tuve una moto. Y por fe me compré un autito a pagar. Uno llega si se quiere superar”.
Su sueño futuro es claro: “Tener mi rotisería y un food truck. Es el paso que me falta”. Quienes deseen contactarla para pedidos pueden hacerlo al 3400662375.